Una dieta buena para el hígado y la vesícula biliar
1. Come frutas y verduras. Según indica el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK), a esto se le llama dieta de la vesícula biliar. En este punto es importante dividir diferentes contextos. La dieta puede ser diferente si cumple un papel preventivo, pues, para cuidar bien el hígado y la vesícula biliar, se debe intentar evitar el consumo de alimentos procesados y congelados, así como harinas refinadas, comer los alimentos adecuados puede ir un un largo camino para mantener una vesícula biliar sana y prevenir los cálculos biliares. Qué hace tu vesícula biliar: 1. Aguacates. Los aguacates son un alimento básico en muchas cocinas. Técnicamente, forman parte de la familia de las bayas y ofrecen muchos beneficios al organismo. El hígado produce bilis y la vesícula biliar se encarga de almacenarla para secretarla cuando sea necesario en el proceso digestivo. Antes de una comida, la vesícula biliar se llena de bilis y tiene el mismo tamaño que una pera pequeña. Después de las comidas, está vacío y plano, porque ya ha liberado bilis para la digestión. La vesícula biliar, al incluirlas en la dieta pueden ayudarnos a mejorar la tolerancia a las grasas. Si te sientes muy cansado al iniciar tu dieta cetogénica, debes intentar incluir carbohidratos saludables en tus cenas. Puedes utilizar: remolacha, zanahoria, manzanas verdes, calabazas y frutos rojos. Alimentos magros que contienen proteínas: incluir fuentes magras y orgánicas de proteínas en una dieta para la vesícula biliar puede aliviar el estrés. Considere comer pollo, pavo, carne de res alimentada con pasto, bisonte, pescado silvestre y proteínas en polvo orgánicas, incluida la proteína en polvo de caldo de huesos. El resultado es una acumulación de bilis que puede provocar inflamación. Otras causas de colecistitis incluyen problemas de las vías biliares, tumores, enfermedades graves y ciertas infecciones. Si no se trata, la colecistitis puede provocar complicaciones graves, a veces mortales, como la rotura de la vesícula biliar.